Lugares perdidos en el recuerdo (I)


SAN ZHI, TAIWAN

Uno de los lugares más extraños del mundo. Este proyecto de ciudad futurista, destinada principalmente a vacaciones, se comenzó a construir en Taiwan a mediados de los 80. Pero una serie de misteriosos accidentes, en los que murieron varios obreros, y un tifón que arrasó la zona desanimó a las constructoras para continuar edificando. Los taiwaneses, siempre tan supersticiosos, se niegan a demoler las viviendas. Consideran que da mala suerte derruir casas donde viven esoíritus.



PRIPYAT, UCRANIA


50.000 habitantes antes del desastre nuclear de Chernobyl. La población tuvo que ser evacuada. Debido a los altos niveles de radiación, el area no se podrá repoblar hasta dentro de unos centenares de años.




CRACO, ITALIA
Uno de los más bonitos pueblos medievales italianos, Craco, en la región de Basilicata, en la provincia de Matera, yace bajo toneladas de soledad y abandono. Situado a 400 metros de altura sobre el valle del río Cavone, acosado a lo largo de su historia por las plagas, las malas cosechas y, sobre todo, los movimientos sísmicos, se encuentra oficialmente deshabitado desde 1963, fecha en la que las 1.800 personas que aún continuaban en el pueblo fueron trasladadas al cercano Craco Peschiera.

CAIRO, ILLINOIS (USA)

Viendo la fotografía, parece increíble pensar que el pueblo de Cairo, en el estado americano de Illinois, constituyó un punto crucial en la Guerra Civil de Estados Unidos. Sin embargo, hoy en día, sólo unas decenas de lugareños se esfuerzan
en conservar algunos de los edificios que dieron fama a esta población.



GUNKANJIMA (JAPON)

Gunkanjima, la isla abandonada de Hashima, se encuentra apenas a 20 kilómetros de Nagasaki, una de las ciudades más importantes de Japón. Conocida por haber contado con una de las densidades de población más altas del mundo (3.460 personas por kilómetro cuadrado) hoy en día se encuentra totalmente desierta y de su glorioso pasado sólo conserva edificios en ruinas. La isla comenzó a poblarse a finales del siglo XIX, cuando la compañía Misubishi decidió explotar allí una mina de carbón y construir una ciudad para los trabajadores. Pero cuando en 1974 la compañía cerró dicha mina y sus habitantes decidieron marcharse, Gunkanjima se convirtió en un paraje fantasmagórico, digno de los más terroríficos cuentos japoneses.

No hay comentarios:

Publicar un comentario