Amarillo Cadillac Ranch, Texas



En 1974, a tres estadounidenses, esos personajes con tantisima imaginacion, se les ocurrio la brillante idea de enterrar diez coches Cadillac en un rancho que les cedio un magnate texano. El proyecto artistico era un homenaje a una marca automovilistica que ya es un clasico y, aunque parezca increible de creer, se enterraron en esa posicion imitando la inclinacion de la piramide egipcia de Kheops.

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