Aproximadamente a cien kilómetros de la ciudad caribeña de Belize y justo en el centro del Atolón del Arrecife Lighthouse, se encuentra el Blue Hole, un fascinante fenómeno natural, un círculo casi perfecto de 123 metros de profundidad y otros 305 de diámetro. Este gigantesco agujero era en la Edad de Hielo la entrada a un inmenso sistema de cavernas. Pero cuando hace diez mil años se derritió el hielo y el nivel del mar se elevó, dichas grutas se inundaron, configurando a partir de entonces el paraíso soñado de cualquier buceador (Jacques Cousteau lo consideraba uno de los diez mejores sitios del mundo para practicar submarinismo). Su gran atractivo se encuentra en las estalactitas formadas en las cuevas; sin embargo, y debido al semi-estancamiento de sus aguas, aquí la fauna marina es mucho menos abundante que en otras zonas, aunque en las partes más profundas es habitual encontrarse con tiburones.
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