La Carretera de los Huesos


Aunque esta historia pareciera extraída de un cuento terrorífico de Edgar Allan Poe, es totalmente verídica. Existe una macabra carretera en Siberia, de 2.000 kilómetros de longitud, que une las localidades de Magadan y Yakutsk. Hasta ahí, todo normal. Pero si te cuentan que en los cimientos de dicha ruta, sustituyendo a la capa de zahorra donde se asienta el asfalto, se encuentran enterrados los esqueletos de miles de trabajadores que contribuyeron a la construcción de dicha vía... El culpable de tan insólito hecho fue el dictador Stalin, quien esclavizó a millares de disidentes políticos que no estaban de acuerdo con su régimen. Como las bajas temperaturas de esta zona (pueden llegar a los 40 bajo cero) propiciaban que muchos de los cuerpos enterrados volvieran a salir a la superficie, al gobierno estalinista no se le ocurrió mejor idea que utilizar todos esos cadáveres como materia prima para la nueva carretera, considerada por otra parte una de las más peligrosas del mundo por las condiciones climatológicas extremas. Aunque, eso sí, los supersticiosos piensan que tan exagerado número de accidentes más bien tiene que ver con los fantasmas de los desafortunados trabajadores, que han convertido esta ruta en una auténtica carretera maldita...

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