Lopburi: cuando los monos reinan
Tailandia ofrece un grave e insalvable inconveniente para el viajero: es un pais tan bonito que siempre te falta tiempo para abarcar todo lo que te gustaria ver. He estado dos veces y ambas me he quedado con la espinita de no poder asistir al festival de los monos en Lopburi. Mi mayor acercamiento fue cuando, viajando en tren hacia el norte, paramos diez minutos y desde la estacion pude ver el espectaculo que tenia lugar en la calle: miles de monos campaban a sus anchas, abarrotaban los tejados, arrancaban parabrisas de coches, se balanceaban colgados de las antenas parabolicas... Todo ante la resignacion de los locales y el entusiasmo de los extranjeros, que se encontraban en una version viva y bien viva de "El Planeta de los Simios". Lastima que todo lo que me quedaba por ver en el Triangulo del Opio no me permitiera hacer una parada mas larga en un lugar tan pobremente comunicado (el lugar turistico mas proximo es el ineludible Ayutthaya, antigua capital de Siam y con unas ruinas impresionantes).
Lopburi no ofrece, curiosamente, mayor interes cultural que los templos donde viven la mayor parte de estos monos, quienes se han convertido en animales sagrados para la poblacion. El problema es que, habituados a hacer lo que quieren, han convertido el pueblo en una ciudad sin ley en la que roban todo lo que pueden, entran y salen de las casas cuando les place y se enfurecen si no se les dan caprichos. Vamos, como los niños de cinco años.
Una de las mayores atracciones de este lugar es el Monkey Festival que se celebra la ultima semana de Noviembre, cuando miles de personas llevan mas de dos mil kilos de comida a los monos al templo Prang Sam Yot, esperando que estos se lo devuelvan en forma de buena fortuna.
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